COMERCIO Y POBREZA. Cuándo y Cómo comenzó el atraso del Tercer Mundo


Seguro que muchas veces os habéis preguntado en qué momento se inició el atraso del Tercer Mundo, esta misma pregunta se hizo Jeffrey G. Williamson en 2012 cuando escribió su obra titulada “Comercio y pobreza. Cuándo y cómo comenzó el atraso del Tercer Mundo”. Este libro realiza una constante comparación entre la periferia pobre y el centro industrial rico con el objetivo de responder a las preguntas planteadas en el título. 

Para dar respuesta a estas cuestiones comienza introduciendo dos conceptos que consideró fundamentales. En primer lugar, trata la Gran Divergencia, es decir, la gran brecha económica que surgió entre los países pobres y las naciones ricas entre 1800 y 1913, momento en el que empieza a calentar motores la Revolución Industrial europea, la cual supuso el inicio de grandes diferencias entre estos dos sectores tanto en cuanto al PIB per cápita, el nivel de vida y el grado de desarrollo.

Y en segundo lugar establece que en este periodo se produjo también lo que denominó como Primer Siglo Global, donde se registró una explosión del comercio mundial, iniciándose así la integración mundial del mercado de capitales financieros y el fenómeno de la migración de masas. Como afirma el capítulo once de este libro, ambos países tanto ricos como pobres se benefician del comercio, aunque como recoge el capítulo nueve, algunos individuos lo harán más que otros. Cuatro fueron las causas principales para que este periodo fuera considerado como el primer siglo global fueron, que permitieron que el comercio prosperara de forma explosiva. Señalamos la apertura de la Europa occidental, la eliminación de los obstáculos de la distancia con la revolución mundial de los transportes en especial la aparición del barco de vapor y del ferrocarril, posteriormente se inicia un crecimiento milagroso en el centro y la explosión del comercio mundial que contribuyó a la Gran Divergencia, y por último, durante este período se asiste a una etapa de paz que fue muy estimulante para el comercio, ya que las constantes guerras anteriores provocaban un bloqueo de la actividad comercial.

Por lo tanto, es obvio que existe una clara relación entre la Gran Divergencia, y el inicio de la globalización mundial. Además, podemos afirmar también que el primer fenómeno desencadenó el segundo. Para poder llegar a esta afirmación Williamson estudia tres canales de impacto que son la desindustrialización, el aumento de la desigualdad y la excesiva búsqueda de la rentabilidad y la volatilidad de los precios de los productos básicos.

Comenzaremos tratando la desindustrialización como ya hemos mencionado anteriormente, el comercio benefició a los países del centro rico en mayor medida que los países de la periferia pobre, contribuyendo así a la gran divergencia, esto se debió a que el comercio mundial reforzó la industrialización del centro rico suprimiéndola en cambio la periferia. Por lo tanto, podemos afirmar que la explosión comercial fue la causa principal de la desindustrialización registrada en los países de la periferia pobre. Esto no quiere decir que el comercio no favoreciera a la periferia pobre. Sin embargo, sus tasas de crecimiento fueron mucho menores puesto que no supieron integrar el impulso de la industrialización. Para proporcionar una explicación más precisa acerca de este fenómeno utiliza, por una parte, las estimaciones generales acerca del proceso de desindustrialización del Tercer Mundo desarrolladas por el Pau Battles. Y, por otra parte, emplea distintas modalidades de desindustrialización, señalando los casos de Egipto, la India, el imperio otomano y México.

El segundo canal de impacto a tratar por parte del autor es el de la desigualdad y la excesiva búsqueda de la rentabilidad, de lo cual nos habla en el capítulo nueve. En este capítulo desarrolla que a pesar de que en la periferia pobre preindustrial la distribución de los ingresos era ya notablemente desigual antes de la globalización del siglo XIX, es evidente que al final de dicho siglo esta desigualdad se había incrementado en todas sus regiones, salvo en el Asia oriental, debido a la explosión de los términos de intercambio y la subsiguiente expansión de las exportaciones. Pese a que en todas partes el comercio genera contrapartidas positivas, los que más se beneficiaron de él fueron los miembros de la élite centrada en buscar la rentabilidad antes que el desarrollo de unas instituciones capaces de favorecer los derechos de propiedad y el crecimiento.
Por último, Williamson hace referencia a la volatilidad de los precios que se debió principalmente a que los países de la periferia se especializaron en la elaboración de productos básicos cuyos precios sufrían una variación mayor que la de las manufacturas. Sumado a esto, cabe mencionar también que se especializaron en la producción de uno o dos materias primas, abandonando cada vez más la diversificación.

Por lo tanto, estas tres variables tratadas nos permiten dar respuesta a las cuestiones planteadas en un primer momento. Sin embargo, el autor no se queda aquí, sino que va mucho más allá, añadiendo dos reflexiones
La primera conclusión a la que llega es que, si la dilatada explosión de los términos de intercambio entre 1870 o 1890 fue la causa de la desindustrialización de la periferia pobre, un descenso de estos términos de intercambio debería favorecer la industrialización de la periferia pobre. Hay datos que respaldan este punto de vista puesto que a partir del año 1870 la mayor parte de los países de la periferia iniciaron un proceso de industrialización que coincidió con la caída de sus términos de intercambio.

Y la segunda conclusión a la que llega es que los países de la periferia pobre que tenían la autonomía necesaria levantaron barreras arancelarias con la intención de contrarrestar la invasión de los productos manufacturados y de frenar las fuerzas de la desindustrialización. Esto se puede comprobar en que los aranceles en la periferia eran mucho mayores que los del centro rico.

Les adjunto un vídeo explicativo en profundidad.

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